¿Qué es la Alianza para un mundo responsable y solidario?


 


La Alianza para un mundo responsable y solidario...
es un proceso mundial que defiende un ideal humanístico. Responde a un desafío : construir juntos nuestro porvenir para vivir en un mundo de unidad y diversidad. La ambición de esta dinámica es inmensa : inventar nuevas formas de acción colectiva, de la escala local hasta el nivel mundial, para influir juntos sobre el porvenir de un mundo cada vez más complejo e interdependiente.

El punto de partida de la Alianza es  la plataforma para un mundo responsable y solidario, producto de un dialogo entre personas de culturas diferentes en varios continentes. Este texto empieza por establecer un diagnóstico de los desequilibrios del planeta, luego define unos principios comunes para un mundo responsable y solidario, y finalmente propone el esbozo de una estrategia de conjunto.



Los desequilibrios planetarios

Existen en todo el mundo una serie de desequilibrios, los cuales se pueden reunir en tres tipos:


Estos tres desequilibrios son inseperables. Nuestras sociedades son cada vez más complejas, y les cuesta imaginar la condición de su propio cambio. Para definir el camino hacia un mundo más responsable y solidario se necesita una estrategia integral. El proceso de cambio debe desplegarse de manera multidimensional, desde el cambio de comportamiento del individuo y las acciones locales, hasta las decisiones tomadas a nivel planetario.

¿Cómo actuar?

Frente a los principales desafíos de nuestra actualidad, hay que actuar en todos los niveles. No debemos ser tímidos sino audaces en nuestra voluntad de emprender las transformaciones que necesitan nuestras sociedades. También es necesario definir elementos para una puesta en acción. En primer lugar es importante la definición de un ideal común, y la elaboración de medios de comunicación entre los actores del cambio.

Las acciones que hay que emprender deben apuntar hacia la construcción de relaciones equilibradas entre los seres humanos y su entorno, y entre los seres humanos y las sociedades. Estas acciones variadas tienen una convergencia que debe constituir una guía para establecer una estrategia de acción.

El respeto a ciertos principios elementales puede ser un apoyo fundamental en el periodo actual:

El principio de responsabilidad recalca por ejemplo que no debemos esperar todo de las instituciones. Cada uno de nosotros tiene mucha responsabilidad en este ideal en construcción, por su modo de vida, su reflexión, y la capacidad que tiene para formular propuestas. Cada quien, desde su territorio, a partir de sus actividades y sus temas preferidos puede comprometerse en esta aventura emprendida por los firmantes de la plataforma.

El principio de diversidad recalca el valor inmenso que tiene la diversidad de las culturas y de los ecosistemas. Existe sin embargo una relación dialéctica entre unidad y diversidad: los desequilibrios mundiales engendran prioridades comunes para la acción. Pero en general estas prioridades no se traducen en medidas uniformas, decididas a escala mundial, sino mejor en iniciativas adaptadas a la infinida diversidad de los contextos.

El esbozo de una estrategia de conjunto recuerda la unidad y la diversidad de las prioridades, la articulación de los niveles de acción y los elementos del rumbo a emprender. Además sugiere unos programas movilizadores y plazos para el cambio.



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